Una introducción al mundo del cable

Hoy queremos hablar de un invento que ha revolucionado el mundo. Porque, ¿de qué nos sirve la electricidad sin alguien que la conduzca a nosotros/as? Diferentes tipos de cable nos acompañan en nuestro día a día y son imprescindibles para cualquier aparato eléctrico. Es tal nuestra convivencia con ellos que hasta los hemos llegado a convertir en un elemento decorativo. 

Pero comencemos por el principio, ¿cuáles son los componentes de un cable eléctrico?  

El conductor eléctrico: es la parte del cable que conduce la electricidad. Está formado por uno  o varios hilos que suelen ser de cobre o de aluminio.

El aislante: envuelve los hilos del cable para que la corriente eléctrica siga el hilo conductor y la aísle del exterior. Los materiales que se suelen usar son materiales termoplásticos  como el Policlorudo de Vinilo (PVC), el Polietileno (PE) o el Policloropreno (PCP) y materiales termoestables, como el polietileno reticulado (XLPE) y el Etileno-propileno (EPR)

La cubierta protectora: es el material que percibimos. El nylon es el material que más se usa en este tipo de cubiertas. Protege las dos partes anteriores de los elementos externos como la lluvia, los golpes, el frío...

Estos tres elementos son los más comunes. Alguno puede tener más de una cubierta protectora o simplemente, solo el aislante. Todo dependerá del uso al que esté destinado. 

¿Qué diferencia a los distintos tipos de cable? 

El nombre que se le atribuye a cada tipo de cable viene dado por su singularidad en la parte conductora. Si está compuesto de un solo hilo se conoce como conductor aislado o desnudo. Los más comunes están formados por varios hilos muy finos que le dan un carácter flexible. También nos podemos encontrar con el conductor de cordón o manguera  compuesto por varios cables. Cada cable a su vez está formado por varios hilos muy finos.

Algunos pueden presentar particularidades, pero el más común es el cable coaxial. Su núcleo está formado por un hilo de cobre rodeado de un aislante dieléctrico, que es un material con muy baja conductividad. Este a su vez está cubierto por un tejido de cobre que finalmente se aisla del exterior con una cubierta protectora. Se usa para transportar señales eléctricas, de ahí que sea muy utilizado en televisión, internet…

El color también tiene protagonismo en los cables. Seguro que os acordáis de muchas películas en que vivir o morir dependía de cortar un cable de un color o de otro. 

Verde y amarillo: es el cable de la toma de tierra. Protege la instalación y las personas ante una subida de tensión.

Azul: es un cable neutro.

Marrón, negro o gris: son cables de fase. 

Otros colores: si os encontráis con cables de otros colores, suelen ser cables de corriente o carga. 

No obstante, aunque esta asignación de colores es la más común a nivel europeo,  no es obligatoria. Por ello lo más recomendable siempre es preguntar a un experto de qué tipo de cable se trata.

Estamos de acuerdo en que su uso es indispensable, sin embargo ya hay quién se imagina un mundo sin cables... ¿realidad o ficción?