Los halógenos se apagan

En 2012 el Parlamento Europeo ya lo tenía claro: el ahorro energético iba a ser clave para la sostenibilidad del planeta. El punto de mira lo pusieron en el consumidor final, y la propuesta daba comienzo a una gran transición hacia productos de consumo más eficientes, en concreto, las bombillas. Así nació la primera gran normativa sobre eficiencia energética (Ecodesign 2009/125/CE) que nos obligó a prescindir de nuestra tan querida bombilla incandescente

 

 

 Bombilla incandescente

 

 

 

Esta transición, que ha ayudado enormemente al posicionamiento del Led como tecnología puntera en bajo consumo, marcó un nuevo hito en Septiembre de 2016, tocándole el turno esa vez a los ineficientes halógenos. La Unión Europea dictaminó el fin de dicha tecnología, poniendo como fecha tope para su comercialización el 2018.  

 

¿Qué es exactamente una lámpara halógena?

  

Su nombre viene dado por el gas halógeno que contiene la bombilla (normalmente yodo o bromo). En realidad, la lámpara halógena es sólo una evolución mejorada de la lámpara incandescente, es por eso que su prohibición no debería sorprendernos demasiado. Las dos tecnologías poseen un filamento de tungsteno que se calienta y proporciona luz. Una de las principales diferencias entre ambas luminarias, además de los diferentes gases que utilizan, reside en el cristal que las recubre: frente al vidrio común que usa la bombilla incandescente, la bombilla halógena utiliza cristal de cuarzo, mucho más resistente al calor del filamento. 

 

 

Bombilla halógena

Detalle del filamento de una bombilla halógena

 

Lamentablemente, pese a la mejora que supuso en su día, los gases halógenos siguen provocando un 50% de desprendimiento de calor y pocas horas de vida de  la bombilla. 

 

¿Cómo me veré afectado por el fin del halógeno?

 

A nivel práctico no afectará demasiado al usuario final. Al igual que nos ofrecieron alternativas cuando la bombilla incandescente dejó de comercializarse, actualmente existen en el mercado lámparas de bajo consumo que pueden sustituir cualquier bombilla halógena que necesites reponer en tu hogar. Como ya es sabido y más que comentado, la tecnología de mayor ahorro energético actualmente es el Led. Cuesta creerlo, pero si tenemos en cuenta que la vida útil de una lámpara Led ronda las 30.000 horas frente a las 9.000 de una halógena y que casi el 100% de la energía que consume una bombilla Led se transmite en luz y no en calor, nos podemos llegar a hacer una idea del ahorro que supone.

 

¿La normativa contempla excepciones?

 

La medida especifica que de ningún modo el uso de la iluminación se podrá ver afectado de manera negativa. Esto quiere decir que si no existe un sustituto mejor en el mercado para tu bombilla halógena, estarás libre de la ley. En los hogares tenemos un ejemplo muy común: la lámpara para horno. Este electrodoméstico alcanza temperaturas de 300ºC que sólo la tecnología incandescente es capaz de soportar. Si probases con una bombilla Led, básicamente verías cómo se derrite poco a poco. Otros ejemplos de excepciones serían las luminarias específicas para aplicaciones médicas: cirugía, dentistas...

 

 

En definitiva, este nuevo reglamento parece totalmente razonable y no sólo no afectará negativamente a nuestro día a día si no que nos ayudará a ahorrar energía y por tanto, dinero

 

Desde Gyemo os animamos a que comencéis a realizar el cambio en vuestros hogares. Si es acompañados de un experto, mejor que mejor :)



Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Para obtener más información, consulta nuestra Política de Cookies. Puedes configurar o rechazar las cookies pulsando en el botón configurar cookies.
© 2021 Gyemo S.L. Polígono Industrial Os Capelos, Rúa Innovación 53, 15175 Carral (A Coruña) Galicia